Una noche fría y lluviosa de Agosto.
Son tres, pero alguien los acompaña. El cuarto integrante parece no tener fuerzas, lo llevan en brazos, sus brazos y sus piernas cuelgan inertes, sin fuerzas.
Lunes, comienzo de semana.
Mientras la ciudad duerme, los integrantes del Escuadrón del Gran Monte se desplazan con sigilo por las calles húmedas.
Son tres, pero alguien los acompaña. El cuarto integrante parece no tener fuerzas, lo llevan en brazos, sus brazos y sus piernas cuelgan inertes, sin fuerzas.Es el ahorcado.
El Escuadrón elige el árbol, acerca la escalera, se trepa.
En la vereda una pareja se besa y cada tanto mira extrañada. "Esos tipos van a colgar a uno", piensan, pero no se meten. En estos días no se sabe con quién puede encontrarse uno en la calle.
En quince minutos está todo listo: el ahorcado pende de la soga, la zona está vallada con letreros que prohíben el paso, el Escuadrón huye. Son las cuatro de la mañana.
En pocos minutos va a empezar a llegar la gente que va a trabajar y no es bueno que nos vean, piensan.
A las seis ya hay una pequeña muchedumbre mirando al ahorcado. Para algunos, fue un asesinato, un ajuste de cuentas; para otros, un suicidio. Alguno habla de un mensaje mafioso.
Llega la policía, veloz, eficiente, infalible.
Llega la policía, veloz, eficiente, infalible.
Con espectacularidad cinematográfica suben la camioneta a la plaza.Los agentes miran, dudan, discuten.
Finalmente, uno de ellos, el más osado, se trepa a la camioneta y alcanza a tocar un pie del ahorcado.
-Boludo, es un muñeco- grita.
Lo bajan, cortando la soga de la que pendía.
La gente sonríe y se pregunta quién lo habrá colgado.
Los canas cargan el muñeco en la caja de la camioneta y se van, un poco fastidiados.
La gente se desconcentra, se va a trabajar. La mayoría tiene una anécdota para contar en casa o con los compañeros del laburo.
En la plaza, los integrantes del Escuadrón del Gran Monte se saludan.
-Misión cumplida- dice uno.
-¿Dónde ponemos el próximo?- pregunta otro.
Y se marchan, discutiendo, a dormir cada uno a su casa. La plaza queda otra vez desierta, y Monte Grande es otra vez la ciudad de todos los días.
3 comentarios:
flojisimo... no se que tiene de divertido, ni tampoco entiendo mucho que tiene que ver con los "misterios" de monte grande que ustedes pretenden develar... como un consejo les diria que no lo repitan; una vez lograron "innovar", pero si siguen con esto, la gente no solo se va a aburrir, sino que ademas los va a empezar a odiar un poquito. suerte.
Espectacular,tremendo ,fantastico (en fin me cague d la risa )a ver si la gente d monte grande aprende a valorar a la rapida y muy eficas lavor policial:::: jejejejejejee
hola,somos chico_rastas.un integrante.me gusta mucho eso de los muñecos,muy grasioso.laverdad q me da mucha risa y los misterios estan re buenos,asustan.jajaja.
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