domingo, 9 de septiembre de 2007

La misteriosa casa de la calle Chimondegi


En la calle Chimondegui, a la altura del 100 o el 200, persiste una misteriosa casa de la que muy poco se sabe.
El Escuadrón la tenía entre sus objetivos desde hacía rato, pero cuestiones más urgentes nos venían impidiendo visitarla.
Finalmente, nos hicimos un rato y nos mandamos.
La casa está casi en ruinas y es poco lo que queda en pie. Apenas algunas paredes, parte de su majestuosa entrada y algunos pisos, en el interior.
Apenas uno llega, le llama la atención lo que queda del portón de entrada.

Del portón no queda nada, pero los pilares que lo flanquearon en alguna época indican que debe de haber sido pequeño pero majestuoso.

Como pueden ver en la foto que sigue, sobre los pilares todavía quedan unos pequeños azulejitos con dibujos muy extraños. ¿Por qué -se pregunta este Escuadrón- habrán colocado motivos medievales en una casa construida en medio de la pampa húmeda?

Desde afuera, el aspecto de la casa es bastante lúgubre. Debemos reconocer que algún integrante del Escuadrón amagó pegarse la vuelta, con la excusa de que lo esperaban para cenar.
Sin embargo, bajo amenaza de expulsarlo de tan selecto cuerpo, lo obligamos a entrar. Desde lo alto del "porche", una sonriente gàrgola parecía burlarse de su cobardía.Una vez dentro del jardín, el màs conocedor de los miembros del Escuadrón aprovechó para explicar que la casa fue construida hace casi 120 años, cuando Monte Grande era poco más que una amplia extensión de campos verdes. Los primeros dueños fueron una tal familia Maya, oriunda de Barcelona, que la vendieron al poco tiempo de construirla.
No nos costó mucho ponernos a imaginar esa casa tan señorial, allá por fines del siglo XIX, orgullosamente erguida en medio de la nada montegrandense.
Dicen que el comprador fue un señor italiano, que tenía deseos de restaurarla, cosa que no logró, por motivos que nadie puede explicar. Luego vinieron décadas de abandono, durante las cuales nadie vivió ni se interesó por la casa.
Y así llegó a nuestros días, en ruinas pero conservando todavía detalles de su perdida elegancia.

Con la fortaleza que nos daba el hecho de saber algo de su historia, tomamos coraje y nos mandamos al interior, o a lo que queda de él.
Los techos ya no están, pero algunos pisos se mantienen bastante enteros, lo mismo que una escalera que ahora conduce a ningún lado.
Durante unos instantes, todos los miembros del Escuadrón permanecimos en silencio, seguramente imaginando a la desconocida familia Maya compartiendo su vida dentro de esas habitaciones hoy llenas de basuras y malezas.
Si, como dicen, todas las casas guardan secretos de sus moradores, ésta seguramente sabe por qué nunca nadie volvió a refugiarse entre sus paredes después de que aquella familia barcelonesa decidiera marcharse para siempre de nuestras tierras.
Y seguramente esos secretos morirán con esas paredes cuando, dentro de poco, el progreso se lleve para siempre los restos de la extraña casa de la calle Chimondegui.

Afortunadamente, Monte grande tiene al Escuadrón del Gran monte para evitar que desaparezcan también los recuerdos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ENCANTA ESTE ESCUADRON PASEN POR MI FLOG VOY A POSTEAR IMAGENES DE USTEDDES... YA SON COMO UN MITO JJAA..ENSERIO SON UNOS KPOS...

PASARE MAS SEGUIDO...

ANSHYS...

SALUDOS AL ESCUADRON DEL GRAN MONTE....

Anónimo dijo...

Hace mil me preguntaba por esa casa!! yo iba a fiestas en el club chimondegui y se ve desde la ventana!! despues de verla aca me di una vuelta y la estan demoliendo!!!! Un atentado a la historia de nuestro pueblo!!